
Por Fredy León
Somos organizaciones casi autistas dando vueltas, más repetitivamente que burro en noria,
en el mismo sitio.
Rolando Breña Pantoja
Acerca de los 30 años del rompimiento de IU
Alberto Moreno debe ser uno de los últimos dirigentes vivos que queda de ese grupo que en 1969 rompió con la organización liderada por Saturnino Paredes y divideron el Partido Comunista Peruano – Bandera Roja (de orientación maoísta que surgió en 1964 de la división del histórico PC) para fundar, en las alturas de Jauja, lo que hoy se conoce con el nombre de Partido Comunista del Perú – Patria Roja (también de orientación maoísta) con el lema “El poder nace del fusil”
Desde 1969 a la fecha, Moreno ha sido el máximo dirigente de PR, primero como su Secretario General y luego como Presidente; Manuel Guerra es solo Secretario del Presidente, así como lo fue Rolando Breña durante un corto periodo. O sea, como dicen las letras de ese hermoso bolero, Moreno ha estado “toda una vida” al frente de PR; y por ende, tanto las luces -que no son muchas- como las sombras -que son oscuras y prolongadas- de su organización son hechuras de Moreno. Aquí, por más que uno se desgañite o pretenda mirar al costado, el padre no puede negar a su criatura.
Lamentablemente no existe mucha bibliografía sobre el surgimiento del grupo dirigido por Moreno, Patria Roja nunca ha publicado sobre su historia oficial y sus documentos fundacionales, la VI Conferencia (1969) y VII Conferencia (1972), han quedado en el olvido, son papel mojado que ni como fuente histórica tienen algo de valor.
¡Y pensar que Jorge Hurtado “Ludóvico”, primer director de su vocero Patria Roja, tuvo la osadía de afirmar que su VII Conferencia “es tan importante como la fundación del Partido por Mariátegui”! (Claridad, nr. 14. Julio 2021)
Pero para ubicarnos en el contexto y conocer las raíces verdaderas de donde surge Patria Roja y cuáles eran sus fuentes ideológicas, veamos que decían en su VI Conferencia:
“El fundamento de la construcción del Partido es el marxismo-leninismo pensamiento Mao Tse Tung y la línea política del Partido. Construir el PC del P significa, ante todo, construirlo ideológicamente y políticamente. Y sobre esta base construirlo orgánicamente. ¿Qué tipo de Partido necesitamos construir? Necesitamos construir un Partido BOLCHEVIZADO, LIGADO A LAS MASAS, COHESIONADO IDELOGICA Y POLITICAMENTE, QUE INTEGRE LA TEORIA CON LA PRACTICA, PRACTIQUE LA CRITICA Y AUTOCRITICA, CAPAZ DE CONDUCIR LA GUERRA POPULAR REVOLUCIONARIA Y EL FRENTE UNICO REVOLUCIONARIO.”
Y en su documento de su VII Conferencia sobre su tarea estratégica afirmaban lo siguiente:
“Una segunda cuestión cuya importancia es indiscutible en la marcha general de la revolución y en el cumplimiento de la tareas del Partido, concierne a la tarea estratégica de PREPARAR LAS CONDICIONES SUBJETIVAS Y MATERIALES MÍNIMAS SUFICIENTES PARA DESENCADENAR LA GUERRA POPULAR” (Pág. 75)
Mariátegui fundó un partido para construir el socialismo; Moreno para “desencadenar la guerra popular”. Mariátegui sintetizo las ideas de la época y representó a esa nueva generación que dio sentido creador al socialismo peruano; Moreno fue producto de una coyuntura dominada por los espíritus sectarios, la confusión de pensamiento y el culto al dogmatismo. Mariátegui miró el horizonte y se puso a andar; Moreno nunca tuvo un horizonte y se quedó contemplando el camino que no se atrevió a transitar.
Traemos a colasión esto porque Alberto Moreno, en el acto celebrado en el local de PR con motivo del 94 aniversario de la fundación del Partido del Amauta, volvió a repetir de manera infructuosa esa falsedad de que existe una línea de continuidad entre el Partido fundado por el Amauta el 7 de octubre de 1928 y la agrupación creada por Alberto Moreno en marzo de 1969.
Pero para alivio de Moreno podemos afirmar, con toda contudencia, que él no lleva sobre sus espaldas el destino del Partido fundado por el Amauta. La verdad histórica le niega esas ínfulas de pretender presentarse ante la historia como el continuador de la obra del Amauta. Moreno despojó a la realidad histórica de su valor, de su sentido y de su veracidad para intentar meter de contrabando un episodio puntual –su VI Conferencia- como si esa hubiera sido una parte central del proceso histórico iniciado por el Amauta en 1928, y que en 1964 con la división del PC en dos fracciones, una pro soviética y otra pro china, desembocó en la quiebra total del proyecto comunista en el país.
Lo que Moreno nos ofreció en su discurso fue mirar con nostalgia el pasado pero se mostró incapaz de ofrecer algo nuevo al presente. Y es que Moreno es hijo de la derrota de ese proyecto histórico fundado por el Amauta.
Como hemos señalado en varias ocasiones, la debilidad del mensaje de Moreno es que a pesar de tener, más o menos, una correcta valoración del momento político que vivel el país, no tiene las ideas ni el valor para proponer, con firmeza y convicción, un camino a seguir. La visión de Moreno se agota en la inmediatez del momento, carece de fuerza para asumir una gran tarea y, de tanto repetir lo mismo, pierde originalidad y credibilidad. “Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes.”
Toda conquista política, todo paso adelante de las masas en la acción política es consecuencia del coraje y claridad de las ideas, de la coherencia entre la palabra y la acción y de la audacia para liderar un proyecto.
En su discurso dice Moreno:
“Los factores de cambio hace mucho que están presentes. Son los que llamamos factores objetivos que maduran en las entrañas mismas de la sociedad. ¿Qué falta, entonces? ¿Qué está ausente o nos negamos a aceptar?
El factor subjetivo, la conciencia de esa necesidad de renovación política, intelectual y moral, la hegemonía y la organización que lo permita.
¿Qué falló? El factor subjetivo, la conciencia de esa necesidad, la voluntad transformadora de una realidad insostenible heredada de la colonia y continuada a lo largo de la república. Faltó el factor dirigente, la fuerza conductora que lo permitiera, la organización necesaria para ello”
¡Pero si es lo mismo que viene repitiendo Moreno desde 1969! El tiempo pasa, las ideas se congelan.
Imagino que por esa razón Breña Pantoja aludía ya en ese artículo publicado allá por el 2019 a la metáfora del “burro en noria”, esos simpáticos piajenos que tienen “los ojos anclados en el suelo en lugar de tratar de ver adelante.”
En el documento de su VI Conferencia, claro que con un leguaje un poquito más radical pues eran los tiempos donde decían que el poder nace del fusil y que había que preparar las condiciones para la guerra popular del campo a la ciudad, Moreno sostenía, con puntos y comas, lo mismo que repitió en el acto del 94 aniversario:
“El otro aspecto, el más importante está directamente con la vanguardia y su capacidad de orientar y dirigir correctamente a las masas. El problema de la dirección y la conducción de la lucha. Como se establece en el informe político presentado a la VI Conferencia, el movimiento y la lucha adolecen aún de espontaneidad, de dispersión, de poca claridad de objetivos. Situación que exige una vanguardia capaz de darle objetivos claros, unidad de acción, ordenar la lucha, coordinar las acciones grandes y pequeñas, legales e ilegales, pacificas y violentas, elevando la lucha de las masas al nivel suficiente que les permita comprender, en base a sus propias experiencias, de la necesidad de organizar la lucha política, la necesidad de la violencia revolucionaria, de la guerra popular como método único para enfrentar exitosamente al enemigo externos e interno, la importancia de aplastar a los reformistas y traficantes de la revolución.”
No es que falló el factor subjetivo asi como Cuevita suele fallar sus penales, sino que Moreno fracasó en su intento de construir esa “fuerza conductora” (vanguardia lo denominaban antes). 53 años después de su fundación Patria Roja es un proyecto político fracasado, no llegó a cumplir su cometido, es una organización agotada, no tiene nada que ofrecer a la clase obrera, su aliento revolucionario hace tiempo que se ha extinguido.
Y ese no es un dato cualquiera de la realidad, es la realidad misma que nos muestra a una organización cada vez más debil y que sobrevive de la nostalgia para celebrar el 7 de octubre, emitir algún comunicado y dar el último adios a sus camaradas fallecidos.
¿Qué lucha importante ha dirigido PR en los últimos 30 años?
No es como ilusamente afirma Moreno “Si aceptamos colocarnos a la defensiva, ya estamos derrotados”; están derrotados porque en el país no existe un proyecto comunista como tal, no existe una organización comunista con presencia a nivel nacional, no existen líderes ni cuadros comunistas y no existe un movimiento de masas que sea el sustento social de ese proyecto.
Ni PR ni el PC pueden afirmar que son el Partido del Amauta, en el mejor de los casos son pequeños retazos que quedan de ese gran proyecto concebido por el Amauta para “construir un Perú nuevo en un mundo nuevo.”
Moreno sostiene grandilocuentemente que es hora de refundar el Perú, pero no son capaces de refundar el Partido para acometer esa formidable tarea. Una gran consigna no puede sostenerse con una pequeñez de conducta.
PR tiene valiosos militantes honestos y consecuentes y ellos tendrán que definir entre mantener ese espíritu de secta que ha llevado al fracaso el proyecto comunista en el Perú o se arman de audacia, valor y convicción revolucionara para avanzar hacia la refundación del Partido del Amauta. Sin un Partido Comunista fuerte y vinculado a las masas no será posible refundar el Perú.
El discurso de Moreno acaba con más formalidad que realidad, hace alusión a “la renovación de los organismos dirigentes”. Si esto Moreno hubiera anunciado hace 20 años le hubiera creido, pero ahora cuando la inexorable ley de la vida nos aproxima al final del viaje, esa afirmación suena a algo hueco y vacio. Puro formalismo de alguien que fracasó en la vida política. Tan igual como el proyecto político que fundó en 1969 en la alturas de Jauja.