Por Fredy León
El arribo a Venezuela de 5 buques iraníes, transportando gasolina, es un clavo más en el sarcófago de la vieja doctrina Monroe que vive sus minutos finales y, al igual que lo sucedido hace poco en Italia donde por primera vez tropas Rusas pisaron suelo italiano o en España donde aterrizaron aviones chinos llevando ayuda médica al país ibérico, la llegada de barcos iraníes al continente americano es otro signo más de los cambios que se avecinan en la geopolítica mundial donde las áreas de intereses estratégicos se van modificando en detrimento del poderío estadounidense.
América Latina ha dejado de existir, de haber sido el patio trasero del imperio está pasando, sin pena ni gloria, a ser un caótico conglomerado de naciones aisladas, sometidas a una forzada cuarentena política por la miopía de sus elites gobernantes, enclaustradas bajos sus limitadas fronteras, con miles de problemas irresueltos, disputando las migajas que sobran en el tablero internacional y donde han quedado enterradas, por un largo tiempo, los tibios esfuerzos de integración regional.
América Latina ha dejado de existir, el importante éxito político logrado por el gobierno venezolano de haber abierto enormes grietas a la política de sanciones económicas impuestas por el imperio, lo ha enterrado. Paradojas del destino, el país que más luchó por hacer realidad la integración de nuestra América Latina, para poder sobrevivir como nación soberana ha tenido que enterrar los ideales de Bolivar.
América Latina ha muerto, ahora la solidaridad y los socios estratégicos hay que buscarlos allende los mares. La heroica lucha venezolana abre un nuevo capítulo en nuestra trágica historia: nuestros pueblos para poder sobrevivir se han visto obligados a dar la espalda a los andes y mirar a los mares.