Por Fredy León
Hubo un tiempo donde los presidentes latinoamericanos gobernaban con el oído pegado a la embajada; para ellos la palabra del imperio era ley: se acataba y punto, sin dudas ni murmuraciones. Y si alguien osaba salirse del redil o mostrar cierto grado de independencia, no faltaba algún general dispuesto a restaurar el orden imperial. Era el círculo de la dominación perfecta.
En ese círculo de poder el imperio siempre actuaba bajo las sombras y lejos de los reflectores de la prensa, se cuidaban de guardar las apariencias ante la historia. Tuvieron que pasar muchos años para que el imperio se viera obligado a reconocer, por ejemplo, que Nixon y Kissinger fueron los cerebros del cruento golpe de estado contra Salvador Allende.
En las últimas décadas algo ha cambiado en nuestro continente. Surgieron gobiernos progresistas con una agenda política propia y la voz de mando del imperio se debilitó, sus embajadas ya no son el epicentro del poder, sus lacayos locales son polvo en el viento, vienen y desaparecen, y cada vez hay menos militares dispuestos a cumplir el triste papel de ser el perro guardián del imperio. El círculo del poder imperial se fue resquebrajando.
Al imperio le cuesta seguir manteniendo su poder en lo que hasta hace poco era visto como su patio trasero. El nuevo escenario mundial que se viene configurando, con una presencia cada vez más activa de Rusia y China, ha obligado al imperio a volver la mirada hacia el continente americano. Donald Trump, a diferencia de Bush que fracasó en su intento de anexar económicamente la región vía el Alca, se ha lanzado a una cruzada de recolonización militar de América Latina.
Y Venezuela aparece como el primer objetivo para restablecer el viejo orden imperial en América Latina; en su lista siguen Cuba, la joya preciada por el imperio, Nicaragua y el muro de la verguenza en la frontera con México.
En la complicada situación de Venezuela ya no hay espacio para las apariencias, las máscaras se han caído y los verdaderos personajes han ocupando su lugar en el campo de batalla. La pugna ya no es una lucha local entre “chavistas” y “escualidos”. Venezuela se ha convertido en parte central de esa gran batalla por recomponer el poder mundial. Y en esa batalla, los peones del imperio no tienen la fuerza para lograr sus cometidos. Guaidó, sin el protagonismo de Trump, no pasaría de ser un pequeño aventurero, un personaje desquiciado por las continuas derrotas sufridas por la oposición en su vano intento de pretender volver al poder. Así como Venezuela, sin su petroleo, no tendría mayor significado para la Casa Blanca ni la economía mundial.
Por eso que el escenario final de esta larga batalla se decidirá en la Casa Blanca. El imperio se ha comprometido hasta el cuello con la misión de promover un rápido cambio de regimen y Trump se ha convertido en el principal actor de esa burda comedia que amenaza transformarse en una tragedia de consecuencias inimaginables. Por si alguien tenías dudas, con las continuas declaraciones de Trump, Pence, Pompeo, Rubio y Bolton ha quedado en claro que Guaidó es una ficción virtual que no tiene ningún capacidad de decisión ni poder real en este conflicto y la única opción que le queda al imperio, para recuperar Venezuela, es mediante el uso de sus bayonetas. Y como alguien nos recordaba, las bayonetas sirven para todo, menos para sentarse ni llevar ayudas humanitarias.
Para lograr su cometido Trump ha desempolvado el viejo discurso anticomunista de los años 50, ha vuelto a esgrimir la amenaza comunista para justificar la posible invasión militar de Venezuela, un país que probablemente lo único que conozca el mandatario yanqui es que tiene petróleo. Pero las palabras de Trump, para que cobren algún sentido, tiene que ir acompañado del poder real del imperio. Y ese poder, como hemos visto, ya no es político ni económico, sino fundamentalmente es militar.
Trump sabe que a los Estados Unidos el mundo se le está escapando. Su consigna de “America first only America first” probablemente le sirvió para ganar las elecciones, pero le atan de manos en el concierto mundial en momentos en que Rusia, China y la derrota sufrida en Siria están minando la hegemonia global del imperio del norte. No se equivocó el comandante Hugo Chávez cuando expresó que la paulatina perdida de la hegemonía económica del imperalismo yanqui iba a llevar a una crisis del unilateralismo impuesta por los Estados Unidos. En el mundo se está configurando una nueva correlación de fuerzas que apunta a un dramático cambio de época. Luego del fin de la guerra fría, el imperialismo yanqui quedó como la única potencia mundial, hoy asitimos a una caótica diversificación de ese poder mundial y China, asoma en el horizonte, como la nueva potencia hegemónica.
En ese mundo de caos que vivimos, Venezuela aparece como el primer escenario bélico de esta nueva batalla por el poder mundial. Una agresión militar contra Venezuela va desestabilizar la región y, dependiendo de la capacidad de resistencia del gobierno de Maduro, puede significarle mas problemas que soluciones a la administración de Trump. Una guerra prolongada, un continente regado de muertos y un pueblo resistiendo la agresión del imperio, sería la peor de las pesadillas de Donald Trump.
No olvidemos que Trump está jugando su futuro en Venezuela y si Maduro logra mantenerse en el poder, será visto como una derrota mortal de Trump que reduciría a la nada las posibilidades de su reelección presidencial. Trump puede llevar la guerra a territorio venezolano pero Maduro puede agudizar la lucha política en la sociedad norteamericana que con motivo recela de las habilidades de estadista de Trump.
Lo que sucedan las próximas horas serán vitales para el futuro de Venezuela y de nuestro continente. O Venezuela hace respetar su derecho a ser una nación independiente, libre y soberana o se impone la política de recolonización impulsada por el imperialismo yanqui.
Mucha gente pensaba que lo ocurrido en Venezuela , era de una confrontacion ideologica por el poder politico , que anexado a lo economico se podia traducir como una lucha de clases , pero las caretas se fueron cayendo por ambos lados , la oposicion siempre lacaya a los lideres gringos de cualquier pelaje ( democrata o republicano ) y lo mas doloroso es reconocer que chavismo dizque representado por Maduro , haya llevado a Venezuela a recorrer caminos , que nadie quisiera caminar….destruyo todo lo que habia construido Hugo Chavez en los dias que goberno’ el pais de Bolivar .- Hagamos un somero analisis de los 5 años y pico que a gobernado maduro 1o.- Siempre vivio bajo la sombra de Chavez , nunca intento al menos ser el mismo , con sus errores y sus victorias 2o.- Se rodeo de militares de alta graduacion y asesores extranjeros porque sabia que el pueblo no lo aceptaba como lider de un proceso que marchaba a pie forzoso y no tenia la capacidad para realizarlo 3o.- Los buitres que Chavez habia desechado de su lado comenzaron a rodearlo , sabiendo de su egocentrismo , comenzaron con los halagos para ser aceptados en el gobierno madurista 4o .- Los parasitos de la burguesia ( empresarios ) , sabiendo de su incapacidad intelectual y su mediocridad de sus decisiones , comenzaron acecharlo y le pusieron un adversario para medir su poderio ( que seria vital , mas adelante ) el encargado de medir fuerza con Maduro fue el empresario Lorenzo Mendoza que lo ridiculizo por television , despues de esa confrontacion , al egocentrista se le hizo chiquito el mundo 5o.- Sabiendo los gringos HDP de la mediocridad intelectual de Maduro , fue mas facil atacarlo por todos los flancos para degradarlo y eliminarlo como un posible lider latinoamericano ( como sucesor de Chavez ) al que el imperio gringo HDP le tenia un miedo cerval 6.- El asesoramiento que tenia y tiene Maduro fue recomendado por los buitres que rondaban Miraflores , asesores españoles , franceses y cubanos , que no solo cobraban a Maduro , sino tambien a sus padrinos del gobierno madurista 7o.- Despues de tomar decisiones erradas con respeto a la economia del pais , su credibilidad se fue reduciento a un 25% del total de los votantes y alli es donde entran a tallar los chinos e implementan un sistema de control que tenian ellos para su poblacion demas de 1200 millones de personas …Maduro tergiversa ese sistema y Hauwei crea por indicacion de Maduro » el carnet de la patria » sistema de control a toda la poblacion que lo obtenia ( quien no lo tenia no recibia las bolsas de los CLAP ) ademas de ese control fueron apareciendo otros con la misma finalidad …..controlar a la ciudadania en la toma de sus decisiones……de alli en adelante ya la historia es conocida , egocentrismo , genuflexion , mitomania y nepotismo que ha llevado a Venezuela al abismo de donde muchas veces cuesta mucho salir …..la historia sigue a partir del 23 de febrero del 2019 . asi de simple
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