Por Fredy León
El indulto ha remecido el ambiente político. La precaria «debilidad de las partes» (De la Puente dixit) puede recomponerse de manera radical, la hegemonía política de la derecha neoliberal ha entrado en un grave periodo de crisis. El fujimontesinismo está a la defensiva, ha perdido la batalla de las calles y su pugna interna lo ha paralizado. PPK es un cadáver político, la recomposición de su gabinete demuestra su soledad y falta de apoyo social, es un gobierno en estado de coma. El Apra está a la deriva, vive un momento de total confusión y rebeldia anarquizante y el liderazgo de Alan parece llegar a su final, la renuncia de Daniel Parodi es un misil bajo la línea de flotación del ego de Alan. Las izquierdas han recuperado la iniciativa política y vuelto a sintonizar con el estado de ánimo del movimiento popular: la clave sigue siendo impulsar la lucha de masas y forjar la unidad política y social para modificar la actual correlación de fuerzas que permita derrotar a la derecha neoliberal y conquistar un gobierno popular. Ni impaciencia seudo radical que confunde los deseos con la realidad ni conformismo paralizante que reduce los objetivos políticos a la simple acción reivindicativa. El camino aún es largo y si logramos construir la unidad político y social y claridad en los objetivos podemos terminar con 40 años de hegemonía neoliberal. Unidos podemos triunfar, divididos vamos a otra derrota.