Por Fredy León
Ser maestro es una de la mas noble y digna profesión, pero también una de la mas sacrificada y mal valorada por los gobiernos de turno. Ser maestro en el Perú es asumir un heroico compromiso social por cumplir con su misión pedagógica y aprender a sobrevivir en condiciones extremadamente limitadas.
Los problemas del magisterio no son nuevos, vienen de tiempos idos y nunca han sido atendidos: bajos salarios, presupuesto que no cubre las necesidades educativas que el país requiere, condiciones inapropiadas de trabajo, políticas educativas improvizadas, falta de diálogo y promesas electorales que nunca se cumplen. Todo esto origina que cada cierto tiempo el problema de los maestros haga crisis y genere conflictos sociales que los gobiernos rehusan atenderlo.
El país está en una deuda eterna con los maestros. La actual huelga del magisterio es el simple reflejo del abandono y desinteres mostrado por PPK con respecto a la situación económica de los profesores. En el olvido han quedado sus promesas de mejorar los sueldos de los maestros, y por si esto fuera poco, PPK irresponsablemente ha rehuido dialogar con los profesores para solucionar la huelga magisterial.
PPK nos habla del famoso milagro económico del modelo neoliberal pero su gobierno sigue manteniendo sueldos de hambre. Nos hablan de democracia pero se niegan a dialogar con los maestros, y mientras el gobierno alienta y apoya las guarimbas y trancazos en Venezuela -un país que dedica el 8% de su presupuesto al sector educativo- en el Perú reprimen violentamente a los maestros en huelga.
Creo que el gobierno se equivoca al pretender desvirtuar la huelga de los maestros. Esa actitud irreflexiva y soberbia que ha demostrado PPK, lo único que ha conseguido ha sido incentivar el conflicto y hacer que la huelga se expanda.
Más allá de los problemas internos que vive el Sutep y las pugnas por el control del sindicato, la lucha de los maestros es justa y el gobierno tiene que entender que su obligación es solucionar las demandas de los maestros, que en el fondo, son reivindicaciones económicas que todos los trabajadores exigen.
Ser maestro en el Peru es la mas digna, noble y grande profesion, pero historicamente postergada social y eco nomicamente.La lucha interna debe llevarse dentro de los canales estatutarios y no con espadazos por la espalda, hacen mucho daño a la unidad del pueblo.
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